Cuando el fuego crezca quiero estar allí
Los milagros de la evolución todavía ofrecen sorpresas en la llanura del rock argentino: con tímidos EPS, y un disco debut bastante correcto, Bicicletas aparecía como una banda más de la enorme legión de nombres en busca del preciado estado de gracia, esa sustancia que aveces transforma el entusiasmo en obra. Quema es la mejor traducción de ese trayecto para un grupo de guitarras voladoras y teclados espaciales, armado con las frases simples de un cantante que arenga como cualquiera de los Happy Mondays mientras Madchester se derrite en el Riachuelo. El efecto es instantáneo, las canciones están conectadas a la vibra atemporal del rock afinado en oscuras danzas rotas y la clásica psicodelia onírica.